El cultivo

El cultivo

El cultivo de la cebolla empezó a fines de los años 70, y a partir de entonces mostró un incremento importante, debido principalmente a las excelentes condiciones agroecológicas, la infraestructura de riego, la época de cosecha y posibilidad de conservación y la disponibilidad de mano de obra. La superficie cultivada con cebolla varía anualmente entre 8.500 y 12.000 has.

La Región Protegida tiene una gran capacidad de manufactura porque cuenta con mano de obra calificada e infraestructura suficiente para procesar grandes volúmenes de cebolla, ya que todos los años se habilitan al menos 70 empaques, la mayoría en el Valle Bonaerense del río Colorado.

Áreas de cultivo

Las zonas productoras de cebolla de la Región Protegida Patagónica son el Valle Medio e Inferior del río Negro y el Valle Bonaerense del Río Colorado. Otras regiones de menor relevancia son el Valle de General Conesa, el Alto Valle del río Negro y Neuquén y la zona circundante a la localidad de Río Colorado.

El Valle Bonaerense del río Colorado es la principal zona productora de cebolla de la Argentina. Se extiende sobre la desembocadura de este río al Mar Argentino y forma parte de los Partidos de Villarino y Patagones. Actualmente tiene una superficie regable de 140.000 has. El río Colorado es el único curso de agua natural de la zona.

Variedades

Por su color se pueden clasificar en amarillas, blancas y rojas. Las cebollas sembradas en mayor proporción en la zona, son las denominadas amarillas, que presentan las catáfilas externas o  “cáscara” de color anaranjado, bronceado y hasta amarronado. Podemos mencionar dentro de éste grupo a las variedades Valuno INTA, Cobriza, Grano de Oro y Valcatorce INTA siendo, las dos últimas de mayor difusión, destacándose  por su mayor rendimiento y relativa tolerancia a la podredumbre basal, la primera y por su pulpa firme y excelente conservación, la segunda.

Características del cultivo

Para la preparación de los lotes se realiza la sistematización total, casi siempre mediante el empleo de sistema láser de nivelación, dado que el tipo de riego más común en la zona es el gravitacional.

La siembra de las variedades de días largos se realiza desde mediados de agosto hasta mediados de septiembre y las de días intermedios en Junio. La siembra se realiza principalmente con sembradoras que simultáneamente realizan las tareas de rotocultivado, formación de la cama, fertilización y siembra. Actualmente se está tendiendo al uso de sembradoras neumáticas fabricadas en metalúrgicas locales a demanda del sector productor, que realizan una siembra de mayor precisión donde a la hora de sembrar, el productor hace el cálculo de plantas / ha logradas a cosecha y no de kilos de semilla a la siembra. De esta forma se utilizarían menos kilos de semilla y se lograrían bulbos más uniformes.

La densidad de siembra por hectárea varía entre 4 y 6 kg para siembras en surco y entre 6 y 8 kg para siembras en platabanda. Las variedades que se cultivan principalmente son Valcatorce Inta y Grano de oro, que son variedades de días largos, aunque también se siembran variedades de días intermedios como Torrentina o Navideña.

En la zona se ha generalizado el sistema de siembra a cuatro caras, es decir cuatro hileras sobre el camellón. Sin embargo, en los últimos años se ha comenzado a sembrar en platabanda o tablón, con 10 o 12 hileras contiguas, lo que permite aumentar considerablemente la densidad. En 2013 se sembraron aproximadamente 10.563 has. de cebolla, de las que 4.624 has. fueron en surco y 4.265 has. en tablón.

Aunque algunos pocos productores usan aspersión, el riego se realiza principalmente por gravedad mediante sifones de 3 pulgadas tratando de regar lo más rápido posible. Se aconseja hacer riegos con altos caudales, a partir de las importantes restricciones de agua de las últimas temporadas.

La cosecha se realiza desde diciembre (para las variedades tempranas) hasta mediados de marzo. Tradicionalmente, la cosecha se realiza en forma manual, luego de descalzar las plantas de cebolla mediante una labor mecánica de mediana profundidad. En las últimas temporadas, se ha observado un aumento importante en el uso de cosechadoras mecánicas que forman una pila baja del largo de la parcela. Esta última tendencia se ha dado por serios problemas de falta de mano de obra.

La cebolla se almacena a campo, formando “ballenas” o “pilas” que se cubren con nylon para protegerlas de las inclemencias del tiempo, conservándose sin inconvenientes aproximadamente durante 5 o 6 meses, según la variedad.